El hombre de la máscara de cerdo
En noviembre fueron publicadas las famosas viñetas de Mahoma en el diario danés Jyllands-Posten (redactor jefe Flemming Rose). Eran 12 caricaturas.
Resumen de prensa sobre el tema en español en la web del diario Jyllands-Posten.
En diciembre se celebró la Conferencia Islámica en La Meca, donde se presentó un informe (el informe, aquí en los enlaces al final de la web) que tenía más de 12 caricaturas, ese informe fue agitado en protesta por Islamisk Trossamsfund (portavoz de la Sociedad Danesa para la Fe Islámica).
Hoy publica el diario El País que algunas de las caricaturas de Mahoma de las que se están quejando muchos musulmanes no fueron nunca publicadas en Dinamarca, aunque los dirigentes musulmanes se han quejado de dichos dibujos.
Uno de estos dibujos apócrifos (nunca publicados por el diario danés), según dicho artículo de El País de hoy, representa a "alguien con una máscara de cerdo y la frase: "He aquí el verdadero rostro de Mahoma".
Se ha descubierto el origen de la foto: "el hombre de la máscara [de cerdo] es un apacible mecánico francés que participaba en un concurso de imitación de porcinos que se organiza en Trie-sur-Baïse, un pueblo de 3.800 habitantes cerca de Toulouse. La foto fue difundida por la agencia Associated Press el pasado agosto."
Ya conocemos este tipo de cerdadas: manipulación de imágenes para agitar los odios entre las masas descontentas, entre cristianos y musulmanes.
Pero yo no soy cristiano, excepto culturalmente. Que se jodan todos los dioses.
Los cerdos son infinitamente mejores que los dioses. Los cerdos no producen odios y enemistades, pero producen chorizo, jamón, morcilla, lomo y otras maravillas y exquisiteces, verdadero manjar divino. Todos deberíamos acudir el próximo agosto a Trie-sur-Baïse (región de Haute Pyrénées), durante la próxima Pourcailhade (festival del Cerdo), organizada por la Hermandad del Cerdo. Comiendo chorizo o pâté en croûte se olvidan los odios étnicos, os lo aseguro.
3 comentarios
elia * -
(inter)Paul -
pedro -
¡El cerdo! Joder, ese si que merecería ser un Dios, al menos gastronómico. Por tanto, elevémoslo al altar de la lujuria, y saciemos con el todos los pecados, que sin causar perjuicio a nadie nos dan placer y nos dejan flácidos y alegres. Pedro