Blogia
El.Pistacho.Veloz

Krazy Kat

Krazy Kat

Los gatos no son el mejor amigo del hombre, aunque tal vez de las mujeres.

Los gatos no se sienten obligados a recibirte cuando llegas a casa, máximo se rozan en ocasiones en que sospechosamente parece que quieren algo más o bien se afilan las uñas en tu sillón preferido en la estanteria con tu colección de revistas o de Astérix.

Los gatos son incomprensibles.

7 comentarios

BRENDA -

DEJA A LOS GATOS

CUAL ES LA RAZON DE ECHALES LA CULPA DE ODIARLOS

SI SON UNAS HERMOSAS BOLITAS DE PELO

TAL VES TU ERES EL QUE NO ENTIENDES

IMAGINA COMO LES DAS ASCO A LOS GATOS :S

MUY MAL MEJOR VETE CON UN PERRO A OLERLE LA COLA

SIN OFENDER OK

BUNEO XAU

Pistacho -

Queridos todos, es que a veces también yo soy un poco gatuno...

litos -

¡Oh!

¡Vivan los gatos! Yo comparto piso con dos gatas (hablar de propiedad en estos casos es dudoso), y si hay algo mejor en el mundo que tener un gato, eso es tener dos.

Y el dibujo que has puesto en tu post lo tengo de fondo de escritorio. Y tengo toda la colección de Asterix.

¿Seremos hermanos gemelos separados al nacer? A tí también te salen odiolitos de las orejas cuando la comida te sienta mal?

Okok -

\"Los gatos no son el mejor amigo del hombre, aunque tal vez de las mujeres.\"
>> Como los hombres ;-)

Los HOMBRES no se sienten obligados a recibirte cuando llegas a casa, máximo se rozan en ocasiones en que sospechosamente parece que quieren algo más o bien se PONEN A HACER BRICOCHAPUZAS en tu sillón preferido O SOBRE tu colección de revistas o de Astérix.

Los HOMBRES son incomprensibles.

>> Dicho lo cual, me encantan los hombres. Y los gatos. Y, especialmente, me has hecho sonreir al ver a Ignatius \"mostrándole su amor\" a K.K. -mi pareja de ficción favorita XD

Dr Zito -

Muerte a los perros.

magnólico -

Lo malo de ir a sitios donde hay gatos es tener que fingir que te gustan

nomeacuerdo -

Ayer conocí al único gato que se comporta como un perro. El gato-perro. Fuí a entrevistar a una escritora, y el gato, gris, enorme, con ojos de perro, bajó las escaleras para olisquearme, me analizó, olisqueó mi mochila, mi abrigo, y cuando me tuvo controlado, se acercó a la dueña para solicitarle cariños pegándole con la pata en la rodilla. Como un perro. Pero en el cuerpo de un gato. Que lío.