Amèlie en tonos otoñales

Lo más patético es que las directoras copian malamente a Jean Pierre Jeunet.
Lo podéis notar en el principio: escenas rodadas como si fueran los setenta, con un matrimonio con hijo en el que perdemos a la madre y el padre se vuelve loco, mientras el hijo queda traumatizado. Un chico en bicicleta, encuentros casuales, y cadenas de acontecimientos que llevan a otros, pero todo muy mal hecho y sin ninguna gracia. Resumen: Más vale caer en gracia que querer ser gracioso.
Cambiando de peli:
Sobre Amèlie 2, o Un largo domingo de noviazgo. Repite medio equipo de Amèlie, pero sin los mismos resultados. Es una peli entretenida y tiene sus momentos, pero a mí se me hizo pesado seguir el argumento.
Parecía un libro de Agatha Christie.
Eso sí, siempre gusta ver a la guapísima Audrey Tatou paseando por la pantalla como un ángel bendito con ropa siempre a juego con cualquier escenario que le pongan detrás (en este caso colores sepia y otoñales). A ver si en la próxima peli cambia de papel.