La película está basada en este libro (pinchad, está completo online), que, para variar, es mucho mejor. El libro está escrito en primera persona, pero fue escrito por unos periodistas, no por ella misma. Sin embargo, la historia es totalmente real, como podéis comprobar en esta explicación tan estupenda de la wikipedia.
Esta peli la compré en la Luna a un precio baratísimo, porque en la luna los dvd’s valen cuatro euros. Es una peli que me retrotrae a mi más tierna adolescencia, harto del mundo contemporáneo y de las chicas del instituto, que no me hacían caso ninguno. Entonces, me metía en mi cuarto a imaginar mundos mejores, hasta que me daban las 6 de la mañana. Luego me iba a la cama antes de que se levantara mi madre: Había que evitar desayunar con tus padres en esos delicados momentos de formación de la personalidad, por razones obvias.
Christiane F. es una nena alemana, guapísima por otra parte, que va con patines y se mete heroína hasta por las orejas. Recuerdo que el ambiente decadente total de la película se reflejaba en mi aspecto, no menos decadente, comiendo pizza congelada con mostaza y aceitunas a las cuatro de la mañana. Por supuesto este es el tipo de películas que ponían a las cuatro de la mañana en la segunda cadena y el recuerdo de la bola de cristal estaba aún fresco. Todo esto debe encasillarme en el adjetivo "freaky", supongo.
La droga es la otra protagonista de la película, sobre todo, la heroína. La escena más impactante de la película es aquella en que la chica se encierra en una habitación con su novio, que está igualmente enganchado al caballo, con el objetivo de desengancharse en un arrebato romántico. Mientras ví todos sus vómitos y realmente sientes la angustia que ellos están pasando (y creo que Trainspotting al lado de esto, es Bambi), no pude evitar pensar que es una escena de amor puro, ese amor adolescente. Amor puro como los elfos (menos Liv Tayler).
La banda sonora es de David Bowie, que tiene su aparición estelar en la peli cuando la niña va a uno de sus conciertos. No os lo perdáis.
La Christiane F. real aconsejó al director durante los rodajes de la película, pero por lo visto no quiso aparecer en ella. En su adolescencia, realmente Bowie era su cantante preferido.
También son inapreciables las imágenes de Berlín este en los años setenta.