Palabras
Desperté y puse la radio. No entendía ni una palabra. Salí a la calle.
Un hombre me detuvo y me habló. Creo que quería dinero, pero no pude entender los extraños sonidos que emitía su boca. Cuando intenté responderle, el hombrecillo huyó despavorido como si yo tuviera una enfermedad.
Algo muy extraño estaba pasando.
Ví un cartel y me acerqué a leerlo: "Vigyazát! Autókijárat" Parecía indicar algo muy importante, pero no podía entender el qué.
Y me dí cuenta. Ninguna palabra de las que yo conocía tenía ningún valor allí. Todos los nombres estaban cambiados. La calle no era calle, el pan ya no era pan, hola ya no era hola. A mi alrededor las personas vivían a gusto pronunciando a cada paso aquellas cacofónicas palabras carentes de significado para mí. Pero era yo el inválido, el que se encontraba en un lugar equivocado.
Un hombre me detuvo y me habló. Creo que quería dinero, pero no pude entender los extraños sonidos que emitía su boca. Cuando intenté responderle, el hombrecillo huyó despavorido como si yo tuviera una enfermedad.
Algo muy extraño estaba pasando.
Ví un cartel y me acerqué a leerlo: "Vigyazát! Autókijárat" Parecía indicar algo muy importante, pero no podía entender el qué.
Y me dí cuenta. Ninguna palabra de las que yo conocía tenía ningún valor allí. Todos los nombres estaban cambiados. La calle no era calle, el pan ya no era pan, hola ya no era hola. A mi alrededor las personas vivían a gusto pronunciando a cada paso aquellas cacofónicas palabras carentes de significado para mí. Pero era yo el inválido, el que se encontraba en un lugar equivocado.
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gregoriok -