Una vez más Joventuro me trae noticias y enlaces interesantísimos, ahora que andaba yo intentando celebrar el Día de Andalucía sin saber cómo.
De Andalucía, critiqué su pasotismo o su desidia llamándola Chandalucía.
Pero el debate mejor que podríamos hacer en torno a Andalucía, es quizá el mayor debate de nuestro tiempo: el de la convivencia, según unos, o choque, según otros, de las culturas islámicas y cristianas.
Es tan interesante tanto que el término "cultura" podría estar deviniendo un concepto tan cerrado como en el pasado fue la "raza", como indica Mercedes García-Arenal. A muchos sorprenderá el hecho, que yo desconocía hasta anteayer de que Blas Infante se convirtiese al Islam, haciendo testigo de su conversión a los descendientes de los últimos reyes musulmanes de Sevilla (de lo que habla en otro artículo Gustavo Bueno).
Y el debate que le sigue es el de la estabilidad de nuestras libertades.
Europa, y en concreto, España, me parecen hoy una isla de libertad en un mundo desigual. En Europa disfrutamos de todas las libertades básicas que enunciaron los ilustrados, junto a la moral igualitaria de la posguerra mundial que admite como iguales física y legalmente a hombres y mujeres, de cualquier raza y color o credo. Los españoles veríamos como escandaloso rechazar a alguien en el trabajo o en una familia por ser mujer, o ser negro, y lo denunciaríamos (aunque siga ocurriendo). No sólo eso, sino que Europa es el único rincón del mundo donde tu vecino probablemente no guarda un arma de fuego en casa.
No creo que nos demos cuenta de nuestra situación excepcional. En mis conversaciones con amigos que proceden de Zimbawe, tienen media familia en India, viven en Honduras o Rusia, o visitan Timor Oriental, estoy viendo que no se disfruta de esta tolerancia y libertad en todas partes y los europeos deberíamos tener la suficiente perspectiva del mundo actual para darnos cuenta de nuestra fortuna.
Nuestro debate no debe basarse en el pánico frente al Islam, sino en el miedo a perder lo mucho bueno que tenemos hoy en nuestro sistema político y de valores. Y para mantener lo que tenemos, o mejorarlo, debemos difundir estos valores igualitarios y colaborar en el desarrollo del resto del mundo, sin ánimo de ser colonialista.
Echadle un ojo a estos tres recientes artículos, de diferentes tendecias, que nos recomienda joventuro y yo mismo. Los sitúo en el orden del que más interesante me pareció al que menos.
Mercedes García-Arenal, La conquista islámica y el uso político de la historia (reseña al libro de Eduardo Manzano, Conquistadores emires y califas. Los omeyas y la formación de Al-Andalus, Crítica, 2006)
Gustavo Bueno, Un musulmán va a ser reconocido como padre de la patria andaluza. Rasguños, El Catoblepas.
Ali Manzano, Fundamentos de Andalucía en la obra de Blas Infante. Webislam.org