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El.Pistacho.Veloz

Palabras

Los mofletes de Bridget

Los mofletes de Bridget El señor Szavak cree que aprendió todas las palabras necesarias para vivir normalmente, sin comprender que existen otras zonas de nuestro mundo, más allá de la razón y lo sospechado.
El Señor Szavak que mira este cartel entenderá muy pronto que si va al cine habrá firmado su billete de no retorno. Los mofletes de Bridget llevarán al Señor Szavak justo hacia el centro de la ... DIMENSIÓN DESCONOCIDA

"Que se mueran los feos...

"Que se mueran los feos... ...y me quede yo de muestra".

Por perlas como ésta los cordobeses cogemos fama de sentenciosos.
Me lo dijo mi amigo el que curra en el bar La Libra.

(¿es de los Mojinos?)

Coleccionistas

Coleccionistas Nos dijeron que los Reyes Magos existían. Nos dijeron que si tenías espinillas era porque te hacías pajas (por supuesto, te hacías). Por si todavía no estábamos traumatizados, los profes de filosofía nos explicaron (aquel día que no se habían preparado la lección) que, según Freud o Aristóteles o alguien con autoridad, si coleccionabas cosas eso era porque de pequeño no te permitieron jugar con tus propios excrementos.

Por supuesto mis padres no me lo hubieran permitido, porque son gente limpia.
Pero, además, ¿quién cree que a los niños pequeños les mola jugar con sus propias mierdas?
En contra de esto, viva el coleccionismo, los frikis, los melómanos y esa web de coleccionistas viruete.com.

Y para el que se lo pregunte, lo de la foto es una librería, como se puede leer claramente.

Palabras

Palabras Desperté y puse la radio. No entendía ni una palabra. Salí a la calle.
Un hombre me detuvo y me habló. Creo que quería dinero, pero no pude entender los extraños sonidos que emitía su boca. Cuando intenté responderle, el hombrecillo huyó despavorido como si yo tuviera una enfermedad.
Algo muy extraño estaba pasando.
Ví un cartel y me acerqué a leerlo: "Vigyazát! Autókijárat" Parecía indicar algo muy importante, pero no podía entender el qué.
Y me dí cuenta. Ninguna palabra de las que yo conocía tenía ningún valor allí. Todos los nombres estaban cambiados. La calle no era calle, el pan ya no era pan, hola ya no era hola. A mi alrededor las personas vivían a gusto pronunciando a cada paso aquellas cacofónicas palabras carentes de significado para mí. Pero era yo el inválido, el que se encontraba en un lugar equivocado.

Szavak

Szavak Vivo entre extraterrestres, parlantes de un idioma incomprensible. Es la maldición de la Torre de Babel a escala individual. Me veo obligado a estudiar cada palabra de nuevo y tratar de dotarla de significado por primera vez en mi cabeza. Anya, pisztrang, könyv... y poco a poco las palabras se van revelando y el mundo comienza de nuevo a tener algo de sentido.