El Gañán Etiqueta Negra
Los españoles tenemos una gran capacidad para viajar por el mundo sin comprender nada de lo que vemos e incluso comportándonos como verdaderos gañanes, aunque de eso acusemos a los alemanes e ingleses que van a Mallorca.
Fue hace tres o cuatro días.
No podíamos dormir, así que Marco y yo dimos un paseo de cuatro a seis de la mañana por Cracovia.
Al volver al Hostal Kadetus, nos encontramos a uno de los erasmus españoles que estaba desayunando. Lo habíamos conocido la noche anterior, cuando nos preguntó que qué tal estaba Budapest de "guarrillas". Esa respuesta me hizo observar su arco sopraorbital, sus ojos vidriosos por la resaca... con pocas dudas, me encontraba ante un especimen muy extendido por nuestra geografía: un Gañán Etiqueta Negra.
El Gañán Etiqueta Negra suele aparecer en grupo. Se hace notar en países extranjeros cuando se alcoholiza porque cree que nadie le conoce. Suele volver a España hinchado de orgullo y anécdotas como si de Marco Polo se tratase. Es identificable por coger puñados de aquello que sea gratis, aunque no lo quiera, y por ser capaz de bailar flamenco por primera vez en su vida cuando sale de viaje fuera de España, incluso si nunca le interesó.
El Gañán Etiqueta Negra nos empezó a hablar sobre posibles visitas que hacer desde Cracovia.
Gañán: -¿Habéis estado en Auschwitz?
Marco: -No.
Yo: ... (yo sí había estado, pero no dije nada).
Gañán: -La verdad es que a mí no me impresionó tanto, yo me esperaba algo más fuerte.
El Gañán Etiqueta Negra piensa que ha ido a visitar un parque de atracciones que no le da suficiente miedo. Quizá era necesario inmolar una familia hebrea para goce de los turistas o contratar una cuadrilla de actores que no comieran durante unos meses para que los gordos turistas vean los efectos de la desnutrición y la tortura en vivo.
Si a alguien, incluso no habiendo visitado Auschwitz, le parece que es normal en un universitario decir que esperaba que Auschwitz fuese más fuerte, que me lo explique, por favor.
Fue hace tres o cuatro días.
No podíamos dormir, así que Marco y yo dimos un paseo de cuatro a seis de la mañana por Cracovia.
Al volver al Hostal Kadetus, nos encontramos a uno de los erasmus españoles que estaba desayunando. Lo habíamos conocido la noche anterior, cuando nos preguntó que qué tal estaba Budapest de "guarrillas". Esa respuesta me hizo observar su arco sopraorbital, sus ojos vidriosos por la resaca... con pocas dudas, me encontraba ante un especimen muy extendido por nuestra geografía: un Gañán Etiqueta Negra.
El Gañán Etiqueta Negra suele aparecer en grupo. Se hace notar en países extranjeros cuando se alcoholiza porque cree que nadie le conoce. Suele volver a España hinchado de orgullo y anécdotas como si de Marco Polo se tratase. Es identificable por coger puñados de aquello que sea gratis, aunque no lo quiera, y por ser capaz de bailar flamenco por primera vez en su vida cuando sale de viaje fuera de España, incluso si nunca le interesó.
El Gañán Etiqueta Negra nos empezó a hablar sobre posibles visitas que hacer desde Cracovia.
Gañán: -¿Habéis estado en Auschwitz?
Marco: -No.
Yo: ... (yo sí había estado, pero no dije nada).
Gañán: -La verdad es que a mí no me impresionó tanto, yo me esperaba algo más fuerte.
El Gañán Etiqueta Negra piensa que ha ido a visitar un parque de atracciones que no le da suficiente miedo. Quizá era necesario inmolar una familia hebrea para goce de los turistas o contratar una cuadrilla de actores que no comieran durante unos meses para que los gordos turistas vean los efectos de la desnutrición y la tortura en vivo.
Si a alguien, incluso no habiendo visitado Auschwitz, le parece que es normal en un universitario decir que esperaba que Auschwitz fuese más fuerte, que me lo explique, por favor.
3 comentarios
fabiola -
Respecto de ese universitario, qué quieres que te diga. Creo que tu país va mal encaminado porque, más que gañanes, son unos ordinarios, con cultura OT-TUNNING a TOPE y con poco más en sus cerebritos. Esos serán los dueños de españa de aqui a 10 años. Lo tienes chungo. La realidad te agobiará hasta el punto de decir "con lo de "gañán", quedé corto".
saludos.
paranadiemas -
Las despedidas, a veces, resultan dulces... porque volveras a hungría después de esta pausa de sol, cariño y "gañanes relajaos"
gregoriok -
2. En un mal documental que ví hace poco encontré una buena escena, inolvidable: una mujer que pasea por Auschwitz, entre las fotos, las celdas, las cámaras, mientras comía impasible un helado de fresa. No era española. Quizás sí. Da igual. Parafraseando a Adorno: ¿se pueden comer helados de fresa después de Auschwitz (o durante)?
3. Un regalo: Nuit et Brouillard, de Alain Resnais, el mejor documental sobre la memoria, el horror y cómo mostrarlo sin mostrarlo.
4. Gran post, pistacho.