Conversación entre edificios agudos
En cierta ocasión una antena se encontró con una torre.
La torre de la Iglesia le dijo: -tú eres metálica, industrial y estropeas el paisaje de la ciudad. Yo, en cambio, apunto al cielo, sirvo a los espíritus y de mi campanario bellos sonidos llaman a la oración a los cristianos.
La antena le contestó: -En mi interior hay un bar, ¿te pongo un cubata?
Y es que todos los camareros tienen que tragarse las miserias de la gente sin haber preguntado.
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En cierta ocasión una torre se encontró con una antena.
La antena le dijo: Si yo hubiera sido construida en tu época, llamaría a misa a los fieles con un altavoz de diez mil watios. ¿No te gustaría fusionarte conmigo?
La torre le dijo: No quiero engañarte, tengo una hipoteca a cincuenta años... ¿te importa?
La antena le dijo: Claro que no, mi amor. Hagámoslo.
2 comentarios
joventuro -
ella -
Pero la cogió al vuelo, se la guardó en un bolsillo y desde entonces, cuando la necesita, se la pone y sale al mundo.